Instituto Superior Particular Incorporado N° 4017

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Discurso del Sr. Rector a los egresados 2024

Discurso del Sr. Rector a los egresados 2024

Rosario, viernes 6 de diciembre del año dos mil veinticuatro.

Sra. Presidente de la Fundación Paideia, Prof. Luna Minguet Navarro, Sr. Representante Legal Señor Fabián Díaz, Sr. Regente Lic. Marcelo Gonnella, Sra. Supervisora del Circuito 5 del Servicio Provincial de Enseñanza Privada, Dra. Claudia Bejarano, autoridades presentes, Dra. Cecilia Di Prinzio, Rectora del Colegio Immanuel Kant de San Jerónimo Sud de nivel medio, claustro docente, personal no docente, docentes jubilados, egresados, alumnos, señoras y señores:

El acto de fin de cursos es la celebración más significativa para la vida académica de esta institución,  también creo la más gratificante para las personas que encarnamos la misma. Realmente  disfrutamos haciendo este acto para Ustedes.

Se trata de un momento único e irrepetible en la vida de los que egresan…

Como institución educativa este encuentro nos permite…

·      reconocer los esfuerzos y logros de los estudiantes que han finalizado el cursado de sus carreras.

·      destacar, motivar e inspirar a los docentes y al personal para seguir innovando y mejorando.

·      reflexionar en conjunto sobre temáticas importantes.

·      Y además comunicar los proyectos institucionales y los desafíos futuros que enfrentaremos como institución...

 

Este acto es también una ocasión  para que docentes, alumnos y directivos puedan, a través de sus discursos, poner en palabras las diferentes miradas sobre la realidad institucional… y de esta manera establecer el diálogo educativo… que nos  enriquece con la circulación de la palabra…  

 

Quiero dedicar la primera parte de mi discurso a nuestros egresados que se encuentran aquí con sus familias y sus seres queridos.

Decirles que NUNCA se olviden de sus orígenes… de los valores que sus padres y maestros les hemos podido transmitir a lo largo de la vida.

Dice una canción de mi infancia… “No existe una escuela que enseñe a vivir”… no hay escuela para ser buenos padres, ni buenos hijos…  Se aprende a vivir sobre la marcha, ensayando, errando, corrigiendo, copiando y reflexionando...

Se enseña de la vida con el ejemplo, con las palabras justa en el momento indicado, con las decisiones sabias y equilibradas que a veces duelen, pero forman…

En los detalles simples se conoce la educación que recibimos sin haberla elegido, y los valores que las personas poseemos en esta vida o no…

Pequeño gestos, muy importantes, hacen la diferencia entre unos y otros…. por ejemplo reconocer cuando nos equivocamos, saber que no poseemos la verdad absoluta, pedir por favor y dar las gracias, mirar a los ojos cuando hablamos…

Les aseguro que Ustedes podrán ser los mejores docentes y técnicos, quizás alcancen el reconocimiento social y puedan ganar una fortuna… pero sin moral racional no serán nada… muy kantiano es esto…

Pensar los actos individuales como si tuviesen validez universal. Ese es el criterio.

 

Agradezco a los egresados por haber elegido nuestra institución para su formación. Estamos orgullosos de haber podido contribuir a su crecimiento y desarrollo.

 

El logro que hoy celebramos es fruto de vuestra tenacidad, de la disciplina, de los buenos hábitos aprendidos y de creer que un futuro mejor es posible a través de la educación como expresaron recién los docentes que me precedieron con sus discursos.

Afirmo sin temor a equivocarme que estamos ante jóvenes excepcionales, que han logrado superar las adversidades de su tiempo y de su generación…

 

A nivel nacional, Argentina tiene mayor cantidad de alumnos en el nivel superior que todos los países de la región, pero menor proporción de egresados.

Los que alcanzan la meta son cada vez menos.

En nuestro Instituto este fenómeno se observa claramente… de 150 alumnos que se inscribieron a primer año en 2021, solo 20 lograron terminar el cursado….  representando menos de la mitad de la media…

Les propongo que reflexionemos sobre esta problemática,… este es un momento y lugar oportuno para comunicar la postura institucional.

 

¿qué le sucede a nuestros jóvenes, que son los cerebros que definirán nuestro futuro como país?....

Podemos ensayar algunas hipótesis en este momento…

Primera hipótesis... No hay Adermicina ni Cicatricure educativa…

Estamos ante los primeros grupos  que comenzaron sus carreras postpandemia. Quizás estamos vivenciando  las consecuencias del encierro, como cicatrices educativas muy difíciles de ocultar y reparar…

Segunda hipótesis… Lo valioso se merece, no se recibe regalado…

 Las últimas políticas educativas destruyeron un pilar fundamental del sistema educativo….  que lo podríamos definir así: para avanzar en la escolaridad hay que acreditar saberes.

La simple asistencia al edificio escolar no debería otorgar derecho a ningún título, pero lo hizo…  

Tercera hipótesis… Se quebró el vínculo intergeneracional.  La distancia  entre adultos y jóvenes se incrementa a ritmo exponencial.

Los cuerpos se encuentran en las aulas,  pero no se llega a producir el encuentro intersubjetivo entre alumno y docente.

Muchos estudiantes carecen de esa “ambición” por aprender, ese gusto por el saber,  no piensan ni toman dimensión de la educación.

 

Y la mayoría de los docentes no logran resolver el conflicto con las herramientas conocidas de la escuela tradicional y la experiencia acumulada…

El resultado es que logran graduarse cada vez menos personas. Porque algo cambió definitivamente….

 

¿Podemos enseñar a los que no desean aprender? No es la respuesta.

¿Quién determina qué se debe desear y qué no? Los padres…. Parece que no… ¿El mercado quizás decida que deseos deben perseguirse?

¿Por qué  muchos estudiantes no desean? Podemos conjeturar… no afirmar…

Sabemos que el deseo nunca se satisface y que de la carencia perpetua nace la necesidad… de estar renovando todo el tiempo nuevos objetos de consumo… que prometen una felicidad que nunca se obtendrá…

¿Los conocimientos seguirán esta misma lógica utilitarista y mercantil?, quedando rápidamente obsoletos, jaqueados por la inteligencia artificial que parece que mágicamente tiene una respuesta para todo…

La cuestión parece reducirse a un triste sentido utilitario del saber.

La validez de lo aprendido es efímero… transitorio, regional… Como profesor quizás les habrán preguntado alguna vez “¿esto que Usted enseña sirve si me voy a vivir a otro país?”

 

Ante esta realidad, pregunto…

¿cómo una persona joven puede proyectar su vida y su futuro en este mundo, estudiando una tecnicatura de 3 años o un profesorado de 4 años de duración, o una carrera universitaria de 5, 6, 10 años… todas ofertas académicas sólidas que requieren un enorme sacrificio personal para lograr recibirse, cuando el conocimiento parece efímero?…

¿Cómo podemos como institución educativa competir con las academias y las universidades, tanto públicas como privadas, que poseen autonomía y flexibilidad para responder a esas necesidades del mercado, con ofertas de diplomaturas, cursos, capacitaciones  online de lo que se les ocurra, de 1 mes de duración, de 2, de 4 meses, con promesa de título rápido y salida laboral inmediata… transitoria … y precaria.

¿Podemos hacer algo ante el poder de las redes sociales… que prometen enseñar rápidamente a liquidar sueldos, a realizar una rutina de fitness, o a cocinar una torta en 5 minutos con dos ingredientes, sin hacer   esfuerzo… y todo aparentemente… gratis…

Aquí están presentes muchos padres y madres, les pregunto: ¿Puede un niño o un adolescente criado por su familia en la filosofía del hedonismo, y acostumbrado por la escuela a avanzar en la escolaridad sin importar el mérito, enfrentarse a la edad adulta con éxito, sin romperse en mil pedazos en el intento?

¿Estaremos equivocados los adultos?

¿Podemos y debemos en el nivel superior completar los conocimientos que los ingresantes no adquirieron en la educación obligatoria?

Esta es la coyuntura de la educación santafesina de nivel superior… Muchas preguntas sin respuestas…

 

¿Ahora, cómo nos posicionamos como Instituto Immanuel Kant, que persigue como pilares de su ideario la excelencia académica y la educación en valores, de cara a este futuro?

En primer lugar consideramos que el acompañamiento a las personas que intentamos realizar en la institución es central.

No solo acompañamiento de las trayectorias académicas… sino de algunos aspectos emocionales que se ponen en juego en el acto educativo. Política institucional muy valorada por los alumnos…

Porque detrás de la ausencia aparente de interés por aprender, percibimos en muchos casos angustia existencial y orfandad de los jóvenes.

El momento histórico nos otorga la misión de apuntalar a los que desean y no pueden aprender en un proceso de templado al nivel superior que deben transitar.

 Sostenerlos, mostrarles el camino, motivarlos… Explicarles una y mil veces los fundamentos de nuestras decisiones, de nuestros NO que tanto cuestan decir y sostener…

E intentar despertar el deseo en aquellos que lo tienen dormido.

 

Tomando el concepto de Max Weber de “acción social afectiva” invito a todos los docentes de la institución a repensar más que nunca los vínculos que mantenemos con nuestros alumnos…

En nuestro ideario, pretendemos que este vínculo se base en una sana asimetría que habilite la autonomía futura.

Esa asimetría se constituye en una distancia pedagógica… medida como la autoridad del docente reconocida por los alumnos…

Una sana asimetría habilita la acción social afectiva… motiva a los estudiantes y acorta la distancia con los jóvenes.

Sugestiona, provoca fascinación… habilita al joven a soñar…

Acortar la distancia no es sinónimo de horizontalizar los vínculos, creo que los padres no deben ser amigos de sus hijos…y los docentes tampoco…

 

Y en este momento del discurso quiero hacer una pausa para recordar al Rector… al Lic. Daniel Maquirriain, que se fue físicamente este año…, pero permanece en nosotros.

El Rector, en palabras del Prof. Edgardo Grisolia que me quedaron grabadas, era imposible que pase desapercibido. Su mera presencia generaba algo positivo, una energía.

Las clases del Rector podían durar horas, porque no aburría...  disponía del conocimiento, de ejemplos, de experiencias…   de un magnetismo especial, un don…...  que nos inspiraba respeto y afecto a la vez.

Él es el mejor ejemplo de esa asimetría sana que les mencioné anteriormente…

 

También debemos tener muy claro que educar no es sinónimo de entretener, los docentes no debemos hacer stand up ni ser influencer ni tictokers, no debemos ser divertidos para ser buenos docentes, nuestras explicaciones no tienen por qué durar 1 minuto o menos, y que aprender muchas veces cuesta sacrificio, dolor y renunciamientos, y está bien que así sea.

Creo que el peor error que podemos cometer como instituto será transformar este nivel superior en una falsa escuela secundaria para adultos… barnizada de facultad universitaria. Un engaño…

 

Por eso como Rector sostengo hoy más que nunca como condición necesaria para que este instituto conserve su esencia y el ideario que le imprimió su fundador:

Sí a la bibliografía básica y complementaria.

Sí a la escritura académica.

Sí a la clase bien planificada por cada docente especialista.

Sí a los exámenes individuales con tribunal.

Sí a la libertad para elaborar el programa oficial y para respetarlo.

Sí al trato correcto de los docentes hacia el alumnado evitando la exposición innecesaria del otro, la broma desubicada, el apodo que hiere… no se puede seguir con eso, no va más en esta sociedad.

Sí a la justicia evaluativa y sí a la transparencia de los actos pedagógicos.

Los motivo profesores y alumnos para que no bajen los brazos… Hoy esto que parece clásico y conservador es revolucionario al fin.

 

Personalmente quiero agradecer al cielo por la confianza que Daniel Maquirriain depositó en mí para conducir la institución hace ya 10 años, también a los miembros de la Fundación Paideia, a su Presidente, la profesora Luna Minguet Navarro, por renovar ese voto. Espero poder seguir estando a la altura del cargo con el que me han honrado para servir a la institución.

Agradecer al Doctor Julio César Sarli, quien fuera Representante Legal de este Instituto hasta hace un mes y Profesor de Anatomía, por su sabia orientación y enorme humanidad. Asimismo desearle éxitos al Sr. Fabián Díaz, nuestro gran Secretario, para esta nueva etapa que inició como Representante legal.

Quiero también destacar la labor del Lic. Marcelo Gonnella, quien me acompaña diariamente en la función directiva aportando su sabiduría y equilibrio.

Agradecer también a la Sra. Supervisora Dra. Claudia Bejarano por estar siempre presente en los momentos más importantes, escuchando, orientando, y aconsejándonos… 

Agradecer a todos los docentes de la institución, de las diferentes carreras, por estar presentes en los momentos difíciles... por el compromiso demostrado con los alumnos.

Por el profesionalismo…  

Seguiremos acompañándolos en lo que esté a nuestro alcance,… apostando al diálogo como herramienta fundamental para solucionar los conflictos, a la reciprocidad como criterio de toma de decisión, y al bienestar del docente en el lugar de trabajo como objetivo, siempre dentro de la ley y las posibilidades.

Tengan siempre presente que todos elegimos libremente trabajar aquí.

Reconocer también al personal por cargo, auxiliares administrativos, docentes y a los asistentes escolares por el compromiso con mi gestión. Muchos de Ustedes han dado y dan un plus por encima de lo obligatorio y del reglamento.

Un extra de generosidad, como lo han hecho la Profesora Luciana Orazi, a quien agradezco por haber dedicado su tiempo ad honorem para conducir la locución de este acto, y al Sr. José Luis Skara, que desde hace años confecciona los diplomas del colegio Immanuel Kant y de este instituto… de los dos…

Esto es lo espero de todos,… generosidad, compromiso institucional y buen compañerismo…

Quiero cerrar mi discurso con algo muy personal que quiero compartir con Ustedes.

Egresados… gracias… Ahora les queda por delante rendir las últimas materias y recibirse… y seguir alimentando el deseo por aprender y superarse. ¡LES DESEAMOS ÉXITO Y FELICIDAD!

Se trata de una frase de la escritora chilena Isabel Allende…  que dice así…

“La muerte no existe. La gente solo muere cuando la olvidan. Si puedes recordarme, estaré siempre contigo”.

Por eso, les digo que Daniel Maquirriain, Rector fundador y maestro de vida, y mi padre Rubén Brunet… están siempre presentes en mí.  

MUCHAS GRACIAS

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