Homenaje eterno al Rector General y Fundador Lic. Daniel F. Maquirriain
DISCURSO DEL RECTOR PROF. CTDOR. CRISTIAN RUBÉN BRUNET
Sra. Presidente de la Fundación Paideia Prof. Luna Minguet Navarro, Sra. Secretaria de la Fundación Lic. Prof. Ana Navarro, Sr. Representante Legal Dr. Julio César Sarli, Sra. Rectora del Colegio Immanuel Kant de San Jerónimo Sud Lic. Cecilia Di Prinzio, Sr. Coordinador de Educación Privada Lic. Prof. Javier Bilbao, Sra. Supervisora del Circuito V del Servicio Provincial de Enseñanza Privada del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, Dra. Claudia Bejarano, Sr. Regente Lic. Marcelo Gonnella, Sra. Vicerrectora del Colegio Immanuel Prof. Alejandra Giambattistelli, catedráticos, personal docente por cargos, asistentes escolares, personas que han trabajado en la institución a lo largo de su historia, señoras y señores:
En el inicio de esta segunda parte del año académico nos encontramos de luto por la partida de este mundo de una persona única, especial, y maravillosa. El Lic. Daniel Francisco Maquirriain, Rector, fundador, esqueleto, médula, cerebro, corazón y alma de esta institución.
Al recibir la noticia de su pérdida quedamos aturdidos, sin saber cómo seguir adelante ni dónde estábamos parados… la vida nos dio un tremendo golpe de knock out, y automáticamente nos invadió la congoja, esa angustia que obstruye la garganta, que cierra el pecho y asfixia.
Luego de la conmoción, lentamente, comenzaron a aflorar en nuestra memoria los recuerdos, su sonrisa, las conversaciones, sus frases, las anécdotas de un pasado mejor.
Y al reencontrarnos y comenzar a poner en circulación ese cúmulo de sentimientos, al leer los mensajes cargados de afecto que recibimos, hay dos palabras que se repiten una y otra vez: gratitud y agradecimiento.
Este acto en su homenaje es un ritual que nos permitirá exteriorizar parte de ese dolor que cargamos, seguir poniendo en palabras y en pequeños actos simbólicos esos sentimientos tan nobles, para comenzar a sanarnos y fundamentalmente para mostrar respeto y afecto por el que será por siempre nuestro Rector...
Muchos de Ustedes no tuvieron el privilegio de conocerlo en persona. Tomaron contacto con él a través de sus obras… El Colegio Immanuel Kant de San Jerónimo Sud y este Instituto Superior.
Intentaré en esta primer parte de mi discurso realizar una semblanza de su persona y su obra.
Me preguntaba al escribir este discurso: ¿Por dónde comenzar este relato para aquellos que solo saben su nombre?
Voy a mencionar tres frases sencillas para comenzar a definirlo.
Una la oí el día de su despedida... la dijo muy compungida una anciana de su pueblo que lo conoció muy bien… “Se fue un grande de verdad”
Otra frase la dijo el Profesor Edgardo Grisolia en la Rectoría hace algunos días atrás, mientras conversábamos recordando al Rector cuando el Instituto funcionaba en el club Sportsmen Unidos. Dijo el profesor “Cuando él estaba era imposible que pase desapercibido”.
Y la tercera frase me pertenece,… como un discípulo suyo, para mí el Rector fue un educador total, un pedagogo de tiempo completo.
¿Cómo era Daniel Maquirriain en lo personal?
Quiero decir entre otras cosas que era una persona muy inteligente, por encima de la media. Amaba el conocimiento y la ilustración, era un enciclopeidista. Podíamos pasar horas y horas escuchandólo. Y asistir a sus clases era un placer.
Le gustaba la música clásica de estilo barroco, sobre todo Bach y Haendel. Le encantaba la filosofía, la historia antigua, los poetas latinos, el lenguaje y la gramática.
El Rector tenía convicciones y las sostenía con coherencia a lo largo del tiempo. Se fijaba un objetivo y con tenacidad lo cumplía. Era muy trabajador y amaba lo que hacía porque tenía verdadera pasión por la educación... Por eso era exigente con el prójimo y consigo mismo.
Era una persona recta y justa…muy creyente en Dios..
Tenía un imán para detectar los errores… y no los dejaba pasar. … corregía y a la vez enseñaba y formaba porque tenía el don de la persuasión y la sugestión.
Era un hombre de palabra... lo que decía lo cumplía. Era generoso.
Y sobre todo defendía la idea que la verdadera educación puede transformar la existencia de las personas y la sociedad.
¿Qué hizo en su vida por la educación?
El Rector se recibió de maestro a los 16 años y comenzó a ejercer la docencia. Estudió en la Universidad Nacional de Rosario tres licenciaturas. En Letras, en Filosofía y en Historia. Hablaba griego y latín. Fue profesor, Vicerrector y Rector del Colegio Nacional Nº 1 de Rosario y profesor en otras instituciones de gestión oficial. A los 24 años fundó en el lugar donde nació el Colegio Immanuel Kant de San Jerónimo Sud con orientación agrotécnica, el colegio privado Nº 9 de la provincia, motivado porque en el pueblo por entonces no había escuela secundaria. También un internado para que los adolescentes de lugares remotos de la provincia de Santa Fe y de otras pudieran estudiar. En 1985 creo este Instituto Superior, el número 17. En 2003 motorizó la apertura del instituto en Rosario, y en 2007 fue el impulsor del diseño curricular de la carrera de Técnico Superior en Biocombustibles, la primera de su tipo en el país. Hasta el último día de su vida el Sr. Rector invirtió en sus proyectos recursos, energía, tiempo, conocimiento amor…
El Rector a través de la educación le transformó para bien la vida a miles de personas que han pasado por las aulas de las instituciones que él fundó, y le dio trabajo a cientos de docentes, a asistentes escolares, a peones de campo, a profesionales...
¿Cuál es su legado?
Un legado hace referencia al conjunto de elementos materiales y simbólicos que una persona deja a sus sucesores.
El Sr. Rector nos dejó un rumbo claro… el ideario institucional. Si lo dejamos de lado nos transformaremos en veletas que apuntarán a cualquier lado según corran los vientos de la moda pedagógica. El prestigio bien ganado del Instituto se debe en gran medida, a su coherencia.
Nos legó la idea de orden, administrativo, académico y económico como eje de la institución.
Nos enseñó que debemos aspirar a la excelencia académica, siempre adaptando la enseñanza a la realidad de las nuevas generaciones que irrumpen.
Nos transmitió a los profesores la importancia de la selección bibliográfica, de la producción pedagógica de cátedra, de la construcción con libertad del programa y del compromiso de seguirlo, de la estimulación del pensamiento crítico, y de la evaluación con seriedad.
Y nos inculcó que a cada derecho se contrapone una obligación y un deber.
El legado kantiano del Rector nos interpela…… a cada uno de nosotros, que estamos de paso por esta Institución. Tenemos que tomar posición, elegir cómo vamos a seguir adelante…
Les pregunto ahora como Rector:
Profesores… ¿Se comprometen a realizar su trabajo como pretende la institución con orden, excelencia y siguiendo el deber?
Alumnos… ¿Se comprometen a estudiar y formarse seriamente como verdaderos profesionales de la docencia, de la producción, de la administración y comercialización,?….
Personal por cargo y asistentes escolares… ¿Se comprometen a realizar su trabajo dando su máximo esfuerzo por la institución todos los días?
Directivos… ¿nos comprometemos a encarnar la figura de autoridad que su rol exige, a gestionar académicamente la institución como corresponde, a enseñar con el ejemplo este hermoso ideario, a sostenerlo y a transmitirlo, …
Les aseguro que si perdemos el apego por el ideario institucional, el orden, la excelencia académica y la idea del deber, y si los alumnos dejan de estudiar y hacer esfuerzos…este instituto se podrá seguir llamando Immanuel Kant pero perderá su esencia y se transformará en otra institución muy diferente a la pensó su fundador.
La respuesta es individual, moral… siguiendo la ética kantiana que eligió el fundador para sostener esta institución… Nos debemos preguntar ¿Qué pasaría en este mundo si todos harían lo mismo que estoy por hacer yo en este momento? Si mis actos se transformasen en ley universal.
Creo que la mejor manera de honrar la memoria del Sr. Rector, toda la comunidad educativa, es hacer lo que se debe con lealtad hacia ese legado.
Muchas gracias por escucharme...